martes, abril 13, 2010
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He aquí una historia real que recién ocurrió, y que debe servir de lección para aquellos que aun dudan que las matemáticas nos pueden ser útiles incluso para las cosas mas mundanas de la vida.
Una mujer recibió una multa por supuestamente pasar una luz roja, la cual en realidad aun estaba en amarilla (según la fotografía de evidencia de la policía de tránsito). Sin embargo, su esposo, que coincidentemente es un tutor de matemáticas, se armó de un cronómetro para medir el tiempo que deben dudar las luces amarillas en esa intersección, y empezó a medir, y a medir, y a medir... Después tomó un promedio y se percató de algo: Las luces amarillas están programadas para que duren solo 3.8 segundos, cuando por ley deben durar 4.5 segundos, y con esta evidencia su esposa fue liberada de la multa. Sin embargo, lo curioso del caso es que debido a esta medida que tomó el matemático, se ha revelado un posible juego sucio por parte de las autoridades de ese localidad estadounidense de programar estos semáforos de tal manera que maximizan el ponerle multas a los conductores. Obviamente la autoridad de tránsito de esa localidad no admite hacer nada malo, pero sin embargo fue obligada a revisar 200 otros semáforos de esa vecindad. Mientras tanto, la pareja está alentando a todos los que han obtenido multas similares en esa localidad a desafiarlas ante el estado. Como dicen, el conocimiento es poder... Fuente de la noticia autor: josé elías |
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Ciencia , Curiosidades , Derecho Digital |
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"Ese diálogo entre el racionalismo y el budismo en lo personal me suena a un cuento que leí cuando niño acerca de unos monjes ciegos que se acercaron a un elefante para saber cómo era.
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
en camino a la singularidad...
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Muy buena percepcion y calculo