jueves, diciembre 16, 2010
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![]() Según el estudio, realizado en los EEUU, en este año 2010 los estadounidenses en todas las edades en general por primera vez usan más el Internet que la TV. Lo interesante de esto es que los EEUU es por lo general el barómetro que la industria utiliza para notar tendencias de este tipo, lo que nos dice que en pocos años esta también será la realidad en el resto del mundo. Yo particularmente llevo años que dedico al menos el 90% de mi tiempo al Internet y el restante 10% a la TV, y conozco personas que incluso apenas encienden la TV una vez a la semana, lo que sin duda es una señal de los tiempos. Noten además que este estudio tiene implicaciones prácticas en la vida cotidiana, pues afecta por ejemplo el tipo de inversiones que harán las empresas publicitarias en sus próximos presupuestos, lo que podría significa menos anuncios por las vías tradicionales, y más por la vía de Internet. Sin embargo, conforme se integre la TV al Internet, veremos más y más un regreso a la TV frente al sofá, solo que transformado en un vehículo de consumo de programas y no tanto de canales, como escribí hace varios años en El Futuro de la TV. Fuente de la noticia autor: josé elías |
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"Ese diálogo entre el racionalismo y el budismo en lo personal me suena a un cuento que leí cuando niño acerca de unos monjes ciegos que se acercaron a un elefante para saber cómo era.
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
en camino a la singularidad...
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Igual que en mi colombia.. XD