jueves, diciembre 29, 2011
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Como les expliqué hace un par de años acá mismo en eliax, el problema pendiente más grande de la ciencia moderna es posiblemente la reconciliación de las dos grandes teorías que poseemos para explicar todo lo que experimentamos en el Universo.
En un extremo tenemos la Teoría de la Relatividad desarrollada por Einstein, que nos ayuda a explicar cosas a grandes escalas, a grandes velocidades, y bajo grandes presiones gravitacionales, y en el otro extremo tenemos la Mecánica Cuántica, que nos ayuda a explicar cosas a escalas infinitesimales, como lo que ocurre a nivel atómico. Ambas teorías son extraordinariamente precisas, y ambas son responsables de gran parte de los adelantos tecnológicos de nuestra vida cotidiana, desde televisores hasta celulares. Sin embargo, siempre hemos sabido que aunque estas son extraordinariamente precisas, que les falta un poco más de precisión, un nivel de precisión imprescindible para explicar un tipo bastante específico de fenómenos, y para obtener esa precisión hay que unificar ambas familias de teorías, cosa que a la fecha se ha hecho bastante difícil (el mismo Einstein dedicó el resto de sus días tratando de descifrar este acertijo). Y cuando hablamos de "fenómenos específicos", nos referimos de forma particular a al menos dos escenarios bastante conocidos pero no totalmente entendidos: Agujeros Negros, y el Big Bang (el punto inicial del nacimiento de nuestro Universo). Sucede que en ambos de estos escenarios se dan situaciones en donde ambas teorías deben trabajar en conjunto, pues en un Agujero Negro, o en el punto infinitesimal que dio origen a nuestro Universo, obtenemos tanto un evento que ocurre a escalas increíblemente pequeñas (para lo que se utiliza la Mecánica Cuántica) como un evento en donde ocurren cosas a gran escala (una inimaginablemente potente fuerza, que eventualmente originó la gravedad y la luz). Pero lamentablemente, no podemos hacer simulaciones con estas ecuaciones de esos dos escenarios, ya que las ecuaciones de la Relatividad "colapsan" cuando se les trata de ofrecer datos de cosas ultra-pequeñas, y de manera similar las ecuaciones de la Mecánica Cuántica colapsan en el momento de tener que lidiar con cosas inmensas. Y es aquí en donde entra la Teoría de Cuerdas... Esta teoría (también llamada "Teoría de Supercuerdas" o "Teoría M", por razones que van mucho más allá de los que les puedo explicar en este relativamente breve artículo), es quizás la mayor esperanza de los científicos a la fecha para representar una "Teoría Unificada del Todo", conteniendo elementos Relativistas y Cuánticos, y por ende pudiendo explicar "el todo". La teoría se basa en que lo más primordial del Universo son unas infinitesimalmente pequeñas "cuerdas" (también existen otras posibles estructuras llamadas Membranas o "Branas", pero por este artículo hablemos solo de cuerdas), en donde todo en el universo, desde el espacio, la materia y las fuerzas de la naturaleza, serían entidades emergentes de estos diminutos objetos. La idea es que dependiendo de como estas cuerdas vibren, estas representan ciertas cosas del Universo. Sin embargo, una de las sorpresas más grandes de la teoría es que según esta (en su versión más aceptada), el Universo debió (¿o debe?) tener 10 dimensiones, de las cuales 9 sería dimensiones espaciales, y una de tiempo. Esto en contraste con lo que experimentamos a diario: 4 dimensiones, de las cuales 3 son espaciales, y una de tiempo. Y obviamente la pregunta es, ¿en dónde están esas otras 6 dimensiones que no vemos, o al menos, qué les pasó? Y eso nos lleva a la noticia de hoy, que de ser aceptada ampliamente por los científicos sería una de las más grandes noticias en tiempos recientes (y el hecho de que esto será publicado en la prestigiosa Physical Review Letters nos dice mucho de la seriedad de este estudio)... El estudio, realizado en Japón entre el KEK, la Universidad de Shizuoka, y la Universidad de Osaka, consistió de por primera vez en la historia, simular por medio de una de las supercomputadoras más potentes del mundo, el origen del Universo tridimensional que percibimos a raiz de 9 dimensiones espaciales. Y asombrosamente, este grupo logró simular precisamente eso, por medio de simulaciones numéricas. Es decir, estos científicos crearon un modelo de como se teoriza debió ser el Universo en sus inicios, se inyectaron variables que representan la Teoría de Cuerdas con 9 dimensiones espaciales, se dejó correr la simulación por un largo período de tiempo, y a cabo de un tiempo la simulación demostró que solo 3 de esas dimensiones sufrieron "expansión", creciendo de una forma inimaginablemente rápida y grande hasta convertirse en lo que percibimos hoy día. ¿Qué le sucedió a las otras 6 dimensiones? Pues según la teoría, se quedaron infinitisimamente pequeñas, y aunque aun no podemos imaginarnos un dispositivo científico capaz de detectarlas, los datos indican que están aquí mismo, en nuestras mismas narices, "envueltas" entre las tres inmensamente grandes dimensiones de la vida diaria. Y como siempre sucede con este tipo de desarrollo, si estos cálculos son confirmados por buena parte de la comunidad científica, podemos oler un premio Nobel en camino para este grupo... ¡Gracias a todos los que enviaron esta noticia, y a Leonel Parra y Juliana Cisneros por publicarla en el grupo oficial de eliax en Facebook! fuente autor: josé elías |
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Ciencia , Tecnología Espacial |
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"Por fin alguien que explique de manera clara,concisa y precisa los conceptos de ateo y agnóstico. soy un fiel seguidor, pero esta es la primera vez que comento uno de tus artículos y lo único que puedo decir es felicidades, no por esto, sino, por todo lo que haces para educar y entretener a las masas seguidoras de Eliax"
en camino a la singularidad...
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Impresionante. No me canso de leer este tipo de notas. Sigue con el buen trabajo y entusiasmo mostrado hasta ahora. Gracias!