Científicos de las universidades de Virginia y de Oxford acaban de hacer un experimento revelador sobre la manera en que las memorias se forman en el cerebro, y aunque en este experimento se utilizaron moscas, es bastante posible que los humanos también respondamos a patrones similares.

Lo que estos científicos lograron hacer fue fabricar malas memorias e incorporarlas al cerebro de las moscas con un rayo láser. Es decir, malas memorias que estas moscas nunca tuvieron naturalmente ahora son parte de sus recuerdos.

Para lograr esto, los científicos agregaron un receptor especial a un reducido grupo de células, y después expusieron las moscas a un particular olor, un olor que bajo circunstancias normales las moscas ignoran o no le temen. Además agregaron un químico llamado ATP encapsulado en una sustancia susceptible a la luz a esas regiones del cerebro, de tal manera que el ATP no afectaba en nada al cerebro de las moscas hasta que fuese liberado.

Sin embargo, en el momento que una luz láser choca contra ese grupo de células, las cápsulas de ATP se rompem, el ATP es liberado e interactúa con el receptor especial en esas células, las cuales ahora se sabe son las que activan un mecanismo especial que señala a las moscas a recordar como un malo recuerdo lo que sean que están experimentando en ese momento, es decir, el olor que huelen en ese instante.

Eso tiene como efecto que de ahí en adelante el recuerdo del olor se almacena junto con un grupo de señales que indican que el olor es "malo", o en otras palabras, un mal recuerdo sobre ese olor.

Pero, ¿y cómo saben los científicos que eso funciona? Pues la segunda parte del experimento consistió en poner a las moscas modificadas con esta sustancia y el rayo láser en un tubo al final del cual las moscas podían elegir seguir por dos caminos distintos. Las moscas podían elegir irse por el conducto izquierdo que contenía el olor recordado como "malo", y en la derecho un conducto con otro olor. Los resultados fueron que las moscas tratadas de esta manera evadían como la plaga el olor del conducto izquierdo, confirmando así la hipótesis hecha antes del experimento.

Opinión: Si ponderan un poco sobre este experimento, esto podría tener fuertes consecuencias en un cerebro humano, tanto para bien como para mal, como en estos ejemplos que se me ocurren:

Digamos que alguien tiene una trauma de niño de un lugar en donde pasó una mala experiencia. Quizás sea posible modificar el cerebro de la persona estimulando el grupo de células que señalizan algo "bueno" en el momento que uno se encuentra en ese lugar, o cuando se le muestre un video de ese lugar, de modo que en subsecuentes encuentros uno tenga "buenas memorias". Es decir, esto podría ser algo bastante útil para terapias psicológicas.

Por otro lado, esto también se podría utilizar para manipular a las personas contra su voluntad. Imaginen por ejemplo un Hitler moderno que utilizara esta técnica con algunos de sus enemigos, mostrándoles actos barbáricos y todo tipo de filosofías crueles contra la humanidad, mientras le induce estos patrones "buenos" al cerebro, y mientras de paso le induce patrones "malos" a todo lo demás. Esa persona, de manera impulsiva sentiría repudio contra las cosas que se le programaron en la mente, y fuerte atracción hacia otras.

Esto nos trae en círculo a uno de los temas recurrentes que trato en eliax: Nuestro cerebro biológico es demasiado frágil para las tecnologías que estamos desarrollando recientemente, y pronto llegaremos a un punto en donde será trivial manipular a cualquier persona contra su voluntad, y peor aun, la persona estará incluso de acuerdo con todo lo que se le programe. Y eso, es un serio problema porque indica que nuestras mentes serán fácilmente controladas (como expliqué recientemente) por cualquier gobierno, institución, grupo, o individuo que tenga acceso a estas tecnologías.

Y esa es una de las razones principales por la cual debemos ponderar la posibilidad de trasplantar nuestras mentes a entornos mas resistentes a este tipo de ataques, a entornos sintéticos, en donde nosotros mismos podamos tomar las riendas de la seguridad de nuestras mentes, en lo que sin duda será una batalla del "gato y el ratón" en un futuro no lejano: La batalla por el control de nuestros pensamientos.

Finalmente, si creen que falta mucho para que este escenario ocurra, no dejen de leer los enlaces a continuación de noticias previas en eliax...

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Enlace a la publicación científica en Cell

autor: josé elías