sábado, agosto 6, 2011
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Hoy haré una excepción a la forma tradicional de iniciar mis artículos, con una nota aclaratoria dada la naturaleza de lo que leerán a continuación: Estoy consciente de que sobre el 90% de los lectores de este artículo (en la presente década) no estarán de acuerdo conmigo (lo que lógicamente implica que no estaré de acuerdo con el 90% de ustedes), pero como una vez dijo alguien: "No estaré de acuerdo con lo que dices, pero defenderé hasta la muerte tu derecho de decirlo". Solo espero que cuando menos valoren y aprecien que soy honesto conmigo mismo y con ustedes.
Así que habiendo dicho eso, aquí vamos... Es curioso como evolucionan las cosas, y ciertamente es curioso como la humanidad ha evolucionado para poder sobrevivir en el mundo y de paso poder vivir con sus instintos heredados de otras especies... Una de esas curiosidades, de las cuales mis amigos me preguntan con frecuencia (y razón del artículo de hoy), es el hecho de que la sociedad ha evolucionado para que en la mayor parte del mundo las parejas (o incluso, grupo de personas, como en algunos países del Medio Oriente), hagan algún tipo de ceremonia nupcial, sea por medios legales o religiosos, para "confirmar" su amor y de paso oficializar ante la sociedad que son parejas. Sin embargo, desde hace ya muchos años soy de la opinión que los tiempos están cambiando, y lo que una vez fue una herramienta para mantener la sociedad organizada, ya está empezando a mostrar un poco de óxido, y ciertamente el futuro aparenta ser bastante diferente a como lo vemos hoy día en la actualidad... Pero antes de continuar, dejemos plasmada de forma más explícita las razones por la cuales las personas se casan en algún tipo de ceremonia (no todas aplican a todas las parejas y regiones geográficas): 1. Para llenar un requisito religioso ("Dios debe sellar la unión"). 2. Para llenar un requisito legal (por ejemplo, para fines de impuestos). 3. Para llenar un requisito social (cuidarse de "el qué dirán"). En gran parte del mundo, las uniones matrimoniales se deben a estos puntos, aunque quizás no siempre en el mismo orden de importancia en que los puse. Primero, existe una enorme presión religiosa en casi toda parte del mundo para que uno se case por la iglesia, presión que proviene de todas lados, desde la familia y amigos, hasta los desconocidos que uno visita en algún templo. Lo segundo, el requisito legal, es algo un poco más entendible y racional, pues es una herramienta que sirve no solo como control poblacional, sino que como herramienta para controlar el fisco, así como herramienta legal para manejar herencias o incluso separación de bienes en caso de divorcios. Y finalmente, el tercer punto, es casi el que más presión pone en las parejas, ya que incluso personas que no son religiosas, o que estarían dispuestas a convivir sin casarse oficialmente, tienen que llevar el tremendo peso de una sociedad que simplemente ve con malos ojos a parejas que conviven sin casarse ante su consentimiento implícito. Pero en mi opinión, todo esto es un tabú que tiene los días contados (aunque no soy iluso, se que esto no cambiará significativamente al corto ni al mediano plazo). Me tomaré yo como ejemplo: Pasé como muchos otros antes que yo por todos los rituales religiosos y legales que demanda la sociedad y los familiares, pero la realidad es que si hubiera dependido de mi, con un simple "vivamos justos porque nos sentimos bien el uno con el otro" hubiese bastado. En este momento estoy bastante seguro (y lo digo bastante en serio) que tendré a la mayoría de mis apreciados lectores en mi contra (en particular las damas), pero concédanme un minuto para explicarles mi punto de vista... Primeramente, no estoy abogando por el libertinaje, ni el hecho de que un hombre tenga mil mujeres. Tampoco estoy en contra de las fiestas que se celebran para celebrar una unión, pues entiendo que son parte del ADN de la sociedad. Tampoco estoy sugiriendo una anarquía sin control legal entre las personas en relación al Estado. Mi punto en realidad proviene desde otro ángulo: ¿Por qué se unen las parejas? La respuesta debería ser "por amor mutuo", y lo cierto es que considero innecesario qué si dos personas deciden compartir sus vidas privadas, estos tengan que buscar aprobación de la sociedad pública para hacerlo. Estoy seguro que los que tengan tendencias de ser psicólogos y que estén leyendo esto que querrán decirme ahora mismo "los humanos necesitamos la aprobación de nuestros padres y la sociedad para sentirnos cómodos con nuestras decisiones, y/o para vivir en paz", pero recuerden que si todos pensáramos que no es necesario buscar la aprobación de nadie para compartir nuestra vida con alguien que amemos, que entonces ese argumento se cae. Es como la antigua tradición de que las mujeres no podían asistir a instituciones educacionales. Era algo tan normal que el tan solo sugerir que la hija de alguien quería aprender a leer era un sacrilegio ante la sociedad, visto con malos ojos por todo el mundo. Y es a esto que me refiero cuando digo que quizás todos deberíamos ver con nuevos ojos al acto de unión entre parejas. Una cosa que me encuentro curiosa por ejemplo es el siguiente escenario: Imaginen una boda; Un día antes es inconcebible para los padres de la novia que el novio sostenga relaciones sexuales con ella. Pero sin embargo, 10 segundos después de que el sacerdote dice "los declaro marido y mujer" a estos no les importa si la pareja sale corriendo en ese preciso instante a un hotel para hacer el amor toda la noche. Y pregunto yo, ¿qué cambió en apenas 10 segundos? La respuesta es que lo único que cambió es la percepción social sobre la pareja, pero la realidad de la situación es que los novios son las mismas persona de hace 10 segundos atrás, con los mismos sentimientos de amor del uno al otro. La gran diferencia es que ahora existe un papel firmado que dice que ambos están casados, pero, ¿qué dice eso del compromiso del uno con el otro, del amor de uno hacia el otro? Ese pedazo de papel es solo eso, un pedazo de papel. El verdadero compromiso de estar con otra persona yace dentro de cada uno de nosotros, en ese sentimiento que tenemos de querer estar con esa otra persona. Desde ese punto de vista, para mi es suficiente sellar el compromiso de querer estar junto a una pareja con algo tan sencillo como un simple beso en total privacidad y expresarle a esa otra persona que quiero compartir mi vida con ella. Ahora, entiendo perfectamente que existe todo un tema del romanticismo (y créanme que soy un romanticista innato), en donde particularmente las mujeres son criadas desde niñas esperando "el gran día de la boda", pero quizás como sociedad estamos poniendo demasiado énfasis en la fiesta, y menos énfasis en lo que significa la unión entre dos personas... A tal fin, lo que sugeriría hacer es simplemente anunciar a los familiares "decidimos vivir y compartir nuestra vida juntos" (y quizás anunciarlo a las autoridades estatales) y posteriormente hacer una fiesta de celebración si así se desea para celebrar la ocasión, pero sin necesidad de recibir aprobación social al respecto o tener un sacerdote presente. Al final del día, cada uno de nosotros debe vivir nuestras propias vidas, y no la de los demás. Hora de iniciar el fin de tantos tabúes sociales... autor: josé elías |
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hasta que alfin estoy 100% deacuerdo contigo.