lunes, febrero 28, 2011
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El Telescopio Espacial Kepler parece haber hecho uno de los más curiosos descubrimientos sobre exo-planetas (planetas fuera del Sistema Solar) en tiempos recientes, al descubrir dos planetas que aparentemente comparten la misma órbita en torno a su estrella madre (la KOI-730).
Es decir, ambos planetas giran en torno a su Sol a la misma distancia de ese Sol. Los planetas orbitan cada 9.8 días terrestres, y están separados uno del otro unos 60 grados. Esta cifra de 60 grados es bastante importante y es la razón por la cual se cree que verdaderamente esto es lo que ocurre en ese sistema planetario (compuesto de 4 planetas conocidos en total), pues según cálculos en torno a cualquier estrella existen dos "puntos Lagrange" que son esencialmente dos puntos separados por 60 grados cada uno en donde se pueden formar dos planetas y convivir en equilibrio, sin embargo más allá de la teoría esto nunca se había observado, hasta ahora. Noten que esta configuración de 60 grados la podemos visualizar imaginando un reloj clásico con manecillas, en donde el primer planeta estaría en la posición del 12 (arriba), y el segundo planeta estaría o en la posición del 2 o en la del 10 (noten que cada hora de un reloj está separada por exactamente 30 grados de su hora más próxima, por lo que hablamos de una diferencia de 2 horas). Esto, más allá de una curiosidad, podría ser bastante útil acá para nosotros ya que una teoría de la formación de nuestra Luna es precisamente que hubo un tiempo en donde la Tierra compartía su órbita con otro planeta de un tamaño similar a Marte, y que eventualmente estos chocaron (al uno alcanzar al otro, en lo que debió ser algo asombroso si se hubiera podido presenciar), y de los restos del choque resultante se formó la Luna, unos 50 millones de años después del nacimiento de nuestro Sistema Solar. Una vez más, esto nos dice que el Universe aun está lleno de misterios por revelarnos, y que nos faltan muchas cosas más aun por asombrarnos... Finalmente, si les interesó esta noticia, no dejen de leer esta otra sobre la primera observación directa de objetos celestiales en formación. ¡Gracias al lector Van Troi A. De León Durán por el enlace! fuente autor: josé elías |
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Ciencia , Tecnología Espacial |
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"Ese diálogo entre el racionalismo y el budismo en lo personal me suena a un cuento que leí cuando niño acerca de unos monjes ciegos que se acercaron a un elefante para saber cómo era.
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
Uno agarró las orejas y dijo que el elefante era como un abanico, otro agarró la cola y dijo que era una cuerda, otro agarró la trompa y dijo que era como una gran serpiente, otro agarró el lomo y dijo que era una pared.
Nunca terminaron de determinar como era el elefante porque cada uno se aferraba a su pedacito de verdad. Todos tenían razón y estaban equivocados a la vez.
Si es cierto que somos científicos, se supone que debemos aceptar el principio de que cualquier tesis es válida hasta que surja una nueva antítesis que la eche por tierra. Esto es verdad hasta con las filosofías, ¿o no?"
en camino a la singularidad...
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