lunes, mayo 7, 2012
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Uno de los momentos clave de mi niñez fue el día que entendí el concepto de "1 año luz", y lo que eso significaba en relación a distancias y tiempo. Fue un día tan asombroso que aun recuerdo estar en el patio de mi casa esa noche mirando hacia las estrellas con una gran sonrisa de oreja a oreja.
Y todavía hoy cada vez que pienso en el concepto, el niño dentro de mi sonríe maravillado... El concepto del cual les quiero hablar hoy no es precisamente el concepto de 1 año luz (aunque es un concepto relacionado), sino de algo que con regularidad me piden que explique, y es la curiosa observación de que cuando vemos hacia las estrellas en el firmamento lo que estamos haciendo es literalmente viendo el pasado. Y noten que dije literalmente, no figurativamente ni poéticamente. El cielo que vemos en realidad no es como lo percibimos en el presente, sino lo que fue. Pero para entender de qué exactamente estoy hablando debemos entender un concepto íntimamente relacionado a todo esto, y es el concepto de lo que es la luz y de cómo es que captamos el mundo por nuestros ojos. La luz, la ciencia ha descubierto, se comporta tanto como una onda (es decir, como las ondas de agua que se forman en un lago cuando dejamos caer una piedra), y como partículas (es decir, como balas saliendo de un cañón). Para el artículo de hoy asumiremos que la luz está compuesta exclusivamente de partículas de luz (fotones), las cuales emanan de objetos luminosos. Así que por ejemplo, cuando encendemos una bombilla en una habitación, una forma de imaginarnos lo que pasa es que partículas de luz (o "fotones") emanan de la bombilla y llegan hasta nuestros ojos. Y aquí tenemos que desviarnos por segunda vez del tema para explicar algo de suma importancia... De la manera que percibimos el mundo visualmente es que esos fotones de luz chocan contra fotosensores en nuestros ojos, y registran una imagen. Esta es a propósito exactamente la forma en como funcionan las cámaras digitales, en donde los fotones de luz entran por un lente y son enfocados en un chip con millones de celdas fotosensoras. Esas celdas después envían lo que ven (es decir, los "pixeles" o "puntos de luz") al cerebro, y este procesa todos esos pixeles y los combina para formar una imagen completa. Lo importante de todo este proceso es entender que si estamos en una habitación totalmente oscura en donde solo podemos ver una bombilla en su centro, que existe una correspondencia entre la imagen del mundo exterior y los fotosensores. Es decir, si nos imaginamos la habitación como un cuadrado oscuro, y en un centro un círculo blanco (la bombilla), entonces tanto en nuestro ojo como en el sensor de una cámara digital, ocurrirá que los fotosensores del centro captarán luz blanca mientras que todos lo otros captarán luz oscura. Habiendo dicho eso regresemos al concepto de lo que es la luz y al ejemplo de la bombilla... Cuando encendemos una bombilla, lo que creemos ocurre es que la luz instantáneamente aparece en nuestros ojos, pero eso es solo una ilusión creada por nuestras mentes, no la realidad. Lo que en realidad ocurre es que de la bombilla emanan fotones (partículas de luz), las cuales viajan a la velocidad de la luz (300 mil kilómetros por segundo) desde la bombilla hasta los fotosensores de nuestros ojos. Obviamente, dado que una bombilla está a pocos metros de distancia, y que la luz viaja a 300,000 Km/s, aparenta que la bombilla enciende instantáneamente, pero ya sabemos que esa no es la realidad. Le toma un tiempo infinitesimal a esos fotones para llegar hasta nuestros ojos, y es importante entender (y este es uno de los puntos claves que quiero transmitir) que mientras esos fotones de la bombilla están viajando hasta nuestros ojos que nosotros no podemos ver la bombilla aun, y no la podemos ver porque "ver" significa literalmente captar esos fotones, y como esos fotones no han llegado a nuestros ojos, la bombilla todavía la percibimos como 100% apagada, aun esta esté realmente 100% encendida con los fotones de su estado iluminado viajando todavía hacia nuestros ojos. Si entendieron ese párrafo anterior, y nunca habían entendido este tema, me imagino que deben estar tan atónitos como cuando yo entendí esto la primera vez. Pero ahora extendamos esto a las estrellas... A diferencia de una bombilla que está a pocos metros, una estrella está entre varios años luz (la más cercana es Proxima Centauri, a apenas 4.24 años luz), hasta varios miles de millones de años luz. Pero, ¿qué queremos decir cuando decimos por ejemplo que una estrella está a 100 millones de años luz de nosotros? Pues queremos decir que si la estrella hubiese sido una bombilla que estuvo "apagada" y de repente se enciende, que sus fotones tardarían 100 millones de años viajando a la velocidad de la luz para llegar hasta nuestros ojos. O en otras palabras, 100 millones de años viajando a la asombrosa velocidad de 300,000 Km/s. ¿Y qué significa eso? Pues que si esa estrella hubiese estado mágicamente apagada, y que mágicamente se encendiera espontáneamente, que su luz tardaría 100 millones de años en llegar a nosotros. Pero eso de paso tiene implicaciones mucho más curiosas (que es de lo que trata este artículo)... Eso también significa que durante 100 millones de años cualquier ser vivo en la Tierra nunca pudo ver esa estrella (es decir, el punto en el cielo en donde existiría estaría oscuro), pero que 100 millones de años después alguien notaría que ahora hay "una nueva estrella", cosa que no es enteramente correcto decir, ya que de "nuevo" esa estrella no tiene nada, ¡¡¡ya que en realidad tiene 100 millones de años de edad!!! Y lo mismo pasa con todas las estrellas y cuerpos celestes, desde planetas cercanos hasta galaxias remotas, por lo que todo el cielo que vemos es un compuesto del pasado como lo vemos hoy. En otras palabras, si vemos dos estrellas una al lado de la otra, es bastante posible que una de esas estrellas sea muchísimo más vieja que la otra, o incluso que una de ellas ya no exista ¡y lo que estamos viendo son los últimos fotones que esta emitió antes de desaparecer! Incluso el misma planeta Marte que está relativamente cercano a nosotros, se encuentra a "8 minutos luz" de nosotros. Es decir, le toma a la luz del planeta Marte 8 minutos en llegar a nosotros. Por lo que si mágicamente este fuera destruído y esfumado a la nada, nosotros seguiríamos viéndolo durante 8 minutos más antes de notar que se esfumó. Todo esto de paso tiene implicaciones más profundas aun, pues nos dice que la realidad es relativa. En otras palabras, lo que vemos del planeta Marte es relativo a nosotros, ya que en relación a los que están en Marte (o los que observen desde Saturno) la realidad sería otra, atrasada por un tiempo determinado. Pero regresando a la bombilla, esto también significa que todo lo que captamos con nuestros ojos, sin excepción, es el pasado. Incluso si vemos un accidente automobilístico "en vivo", en realidad estamos viendo lo que ocurrió hace unos infinitésimos instantes atrás, pero al ser nuestros cerebros tan lentos, y estos fenómenos (la velocidad de la luz) tan rápidos, obtenemos la ilusión de que vivimos siempre "en el presente", y obviamente desde este punto de vista en el mundo exterior a nuestras mentes el presente no existe, solo el pasado. autor: josé elías |
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en camino a la singularidad...
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Lo que a mi me parecio curioso cuando me hablaron de viajes espaciales, es que si viajas a la velocidad de la luz y pasas de largo de una estrella, a esta la sigues viendo ya que la imagen que va en tu mismo sentido viaja a la misma velocidad. Es anti-intuitivo.
Un saludo